CRISIS DE REFUGIADOS una mirada global II. Hablamos de Derechos Humanos
El 7 y 14 de Marzo compartimos con todas vosotras, un año más, las VII Jornadas de Cooperación al Desarrollo. Cada año nos reunimos para convenir entre todas la temática emergente que resulta más conveniente tratar según el momento actual, más es la primera vez que nos hemos visto obligados a repetir la del año anterior, dado que no sólo no se ha dado respuesta en todo este año, sino que la problemática ha excedido sus límites. De esta manera nos adentrábamos en Crisis de Refugiados: una mirada global II. Hablamos de derechos humanos (añadimos este matiz porque se ve que hay responsables en esta situación que no se han enterado).
Es el primer año que las jornadas son 2 días (en lugar de 1 como en ediciones anteriores), dado que consideramos que, además del enfoque transversal de género, es necesario dedicar una jornada entera a reflexionar de manera situada en torno al rol de la mujer y la vulnerabilidad a la que se ve expuesta en los procesos migratorios.
Partimos en la mesa inaugural con la mirada de Elena Navalón (Efermera cooperante y coordinadora de las jornadas), Julia Angulo (Concejala de Acción Social y Cooperación del Ayuntamiento de Alicante) y Belén Payá (Presidenta del Colegio de Enfermería de Alicante). En ella se planteó la negligencia que están cometiendo las autoridades en el afrontamiento a la problemática que está viviendo el pueblo sirio al no responder ante ellos como refugiados, pues carecen de los trámites legales que les otorguen esta condición garante de una serie derechos. Estos derechos impedirían que murieran en la frontera a de diferentes países, tal y como está sucediendo. Se conviene no referirnos a esta situación como “crisis de refugiados”, pues la crisis radica en el sistema, y nosotras formamos parte de este sistema, pues nos encontramos enganchadas a él sujetándolo, a pesar de que no estemos de acuerdo en cómo el sistema gestiona esta situación. En ocasiones la inercia de este sistema nos hace creer que lo diferente es peligroso, y esto es una falacia. Por todo ello es preferible referirse a la situación que vive el pueblo sirio como situación de injusticia. En el contexto de Alicante se ofrecieron 150 pisos, de los cuales el gobierno central aceptó a trámite 35, rechazando los 115 restantes por no disponer de ascensor. En la actualidad el gobierno central ha centralizado la gestión al respecto en Cáritas y Cruz Roja, quedando el resto de organizaciones y colectivos de personas de ayuda supeditadas a ellas.
Las jornadas arrancan con las dináminas participativas de Ana Ara y Bea Huber ( Colectivo de Mujeres de Matagalpa), a través de las cuales analizamos las causas intrínsecas de la población por las que no hay una mayor movilización e implicación de la ciudadanía en el proceso de acogida. Algunas de ellas son que para lograr un recibimiento real e integración es necesario que nos redistribuyamos y salgamos de nuestra zona de confort, no ver a la persona nueva que llega como algo ajeno, sino como algo propio, reflejándonos así unas en otras de manera bidireccional. Se trata de escuchar aquello que viene y sostener lo que nos remueve, pues al fin y al cabo todas estamos en un contínuo tránsito.
La experiencia en terreno de Laura Lizancos nos aportó nuevos interrogantes y reflexiones, pues si ya compartió su experiencia con nosotras el año anterior, en esta ocasión nos mostraba
un nuevo fotograma. Por su vivencia, nada tiene que ver la información e imágenes que nos llegan por los medios de comunicación con lo que allí está ocurriendo. No entiende que se hable de acogida cuando la tierra es de todas las personas, que se hable de menores no acompañados como eufemismo cuando estamos hablando de niñas y niños. Insiste en que no es cuestión de caridad y sí de solidaridad. Las pocas respuestas que se están dando resultan incompletas, pues llegadas las personas a destino el país receptor no cuenta con un plan que les garantice unos recursos de supervivencia, como es el caso de las personas mayores de 18 años que llegan a Hungría sin cita en las Embajadas, tan sólo comunicando a los responsables que sí han llegado, por lo que en la mayoría de casos optan por militarizarse como única vía de adquirir unos recursos económicos mínimos que les permitan adquirir vivienda y comida. Denuncia, así mismo, que es urgente actuar cuanto antes porque cada vez hay más mafias en terreno que se aprovechan y mercantilizan la situación de vulnerabilidad que están viviendo. Acusa como principal problema emergente la Salud Mental. Pudimos ahondar de esta realidad en terreno la participación por Skype del proyecto Movil Kitchen y de la ONG Acción Sierra Norte.
Para cambiar esta realidad es necesario conocer el contexto legal, político y de derechos humanos de las personas solicitantes de asilo, por lo que la participación del experto Saleh Lebaihi (Universidad de Alicante) fue muy esclarecedora al respecto, si bien es cierto que pudimos observar como en este año no han habido cambios y avances al respecto.
Tuvimos la suerte de tener como invitado a Hosban Sabir (migrante sirio recién llegado a Alicante), el cual nos compartió su relato de vida y nos manifestó su gratitud por la respuesta que ha encontrado en la provincia gracias a Karam y a Ayuda a Refugiados Elche. En la actualidad cuenta con trabajo.
Las jornadas finalizaron con las alentadoras y positivas experiencias de algunas de las asociaciones locales que están dando respuesta: Karam, Ayuda a Refugiados Elche y Movimiento para el cierre de los CIEs. Compartieron con nosotras diferentes acciones concretas que estaban teniendo muy buena acogida por parte de la gente y que se traducía en ayuda real, tales como: sensibilización en institutos y colegios con dinámicas participativas, actividades sociales y culturales solidarias de recaudación de dinero, recolecta de comida perecedera y ropa…, mostrándonos así mismo el seguimiento que hacían para tener la certeza que llegaba a destino. Coincidían en transmitirnos que la gente quiere ayudar y está dispuesta a ello y que es necesaria la implicación de cada una de nosotras, en la medida y la forma que pueda.